sábado, 22 de octubre de 2016

La vuelta a Islandia en 7 días, 4ta parte: desde Seyðisfjörður a Husavik.

En algún lugar de Islandia, agosto del 2016.


La carretera de cascadas
Mi próximo destino era Husavik, siguiendo al pie de la letra la ruta del blog de Ines, una buena referencia de recorrido que tomé para mi viaje. La mañana en Seyðisfjörður era tenebrosa, la bruma del día anterior nunca se disipó y si no es por el reloj, no me daba ni cuenta que eran las 9 de la mañana y que teníamos "sol" hacía rato, no obstante, aún estaba muy oscuro. Desayuno rápido entonces, en un desolado comedor del camping y nuevamente a la ruta, hoy día tenía 250 kilómetros que recorrer. Entonces luego de cruzar la carretera de vuelta a Egilsstaðir, cruzando un pequeño cordón de cerros llenos de cascadas y hielos perpetuos, que daban origen a pequeños riachuelos. La carretera, algo como de otro mundo, la niebla ayudaba, bordeando una especie de embalse de agua, pero que aparentemente era un lago que parecía ser artificial, nunca entendí bien que era realmente, pero en los mapas se referían a él como Heiðarvatn. En la ruta, ahora de día, podías ver que íbamos casi a la altura del agua, me imagino que en invierno, el lugar debe ser imposible de cruzar vía terrestre.


Vista de Egilsstaðir desde las alturas 
Nos vamos a Dettifoss


Nos esperaban varios kilómetros
Luego tomé el enlace rumbo al norte, en la esquina, una pareja de niñas hacían dedo y me permití llevarlas. Ambas germanas de Hamburgo, y su destino era Dettifoss, una cascada que yo tenía ganas de visitar y que quedaba camino a Husavik. Las chicas, bien silenciosas, parecían cansadas, tanto que una no aguantó y durmió todo el camino, la otra a duras penas trataba de conservar la vigilia, quizás por la premisa de que el que hace dedo, debe meter conversación, bueno, lo logró. Ahora la ruta norte del país es algo más plana, la tundra se hace presente de manera más categórica, mezclada con lugares donde los volcanes habían fragmentado la tierra hacía miles de años, un aspecto desolado, donde no pueden instalarse muchas personas para vivir y el término "soledad" es más evidente, no era raro pasar varios minutos sin que se te cruzara nadie en la ruta, no hubiese sido buena idea quedar tirados ahí.


La ruta era solitaria
Diferentes ambientes, nuevas cascadas

Nuestro próximo destino
Luego nos arrimamos a la carretera 864. Atención, acá hay que hacer una aclaración: Existen dos alternativas para llegar a Dettifoss, la 864 y la 862, cada uno va en paralelo al río Jökulsá á Fjöllum, que da origen a la cascada. Por una ruta tienes opción de entrar a Dettifoss por el lado oriente y la otra a Dettifoss por el lado poniente. Uno debe elegir solo una, pues el camino desde cada ruta a la cascada son fácil unos 50 kilómetros por un camino ripiado, con varios baches. Elegí la 864 (la del lado oriental) pues da mejores panorámicas de la caída de agua, aunque por el mirador del frente, se podía ver bastante gente que había elegido el lado contrario. Dejé a las alemanas, que debo recordar que seguían arriba del vehículo y me lancé a recorrer la caída de agua. Sobre Dettifoss, bueno, una maravilla, la cascada más turbulenta de Islandia, la más poderosa que da origen a un gran cajón, o quizás sea correcto decir gran cañón, con poco que envidiarle al de Arizona quizás (Conservando las distancias, claramente). Si alguien vio Alien - Prometheo de Ridley Scott, recordará que la primera escena, se filmó en esta parte del mundo. Ojo con la caminata, con lluvia se pone peligrosa, son cerca de 1 kilómetro entre donde uno estaciona los vehículos hasta el lugar de las caídas de agua. Existe la opción de continuar hasta Sellfoss, pero omití este trekking.


El cañón

Dettifoss 
El rio y el cañón, luego de Dettifoss 
Dettifoss 
Dettifoss

Gentileza de google, fish & chips
De vuelta al auto y las alemanas me estaban esperando, ellas se suponían que se iba a encontrar con otro grupo de amigos, pero me dijeron que sus amigos habían seguido de largo a Reykjahlíð, vaya amigos. Bueno, las eché arriba del auto y partimos hacia el destino que ellas decían, cambiaba un poco mi ruta, ahora bordeando el lago Myvatn, lugar de grabación de algunas escenas de Games of Thrones, pero sin salir del destino a Husavik, al que llegaríamos a eso de las 18 horas. Por recomendación de otro blog, partimos al fish and chips que está en la caleta, fue el punto de llegada. Husavik es un pueblo de 2.000 personas, que su gran dilema es la venta de viajes en barco para divisar ballenas. La ubicación de Husavik es privilegiada, cercana a la zona del Myvatn, con la bahía que da al poniente, donde el sol se ubica de frente gran parte del día. No es raro saber que fue unos de los primeros poblados habitados por los vikingos cuando llegaron a Islandia, por el año 800. Husavik era uno de los puntos más al norte de la isla, cercanos al Círculo Polar Ártico, acá el frío era más fuerte que el viento.

Husavik 
Juego de colores 
Bahía de Husavik

Las termas de Husavik
Después de ubicar el camping, salí a recorrer por una recomendación, unas bañeras con aguas de termas. En verdad no es la gran cosa, no esperen un resort, simplemente son tres piscinas medianas donde la gente del pueblo va a tomar baños de terma. Me arrimé, después de dejar una propina voluntaria en una caja de propinas, uno se cambia de ropa en unos containers que están perfectamente adecuados como camarines y se puede poner un traje de baño. El recorrido a "guata pelada" entre el container a las piscinas de agua caliente, es para desafiar al frío y sentirse realmente vikingo, entonces del frío violento te lanzas al agua hirviendo, que sirve perfectamente para relajarse. Estuve allí una hora, hasta que la piel estaba muy arrugada, era momento de salir. Fue uno de los mejores momentos del viaje.

Husavik

Existe una iglesia en Husavik, del silo XIX, que recuerda a las iglesias de Puerto Varas, en Chile. La ubicación tan al norte de Husavik, permite divisar mejor la luz de medianoche, donde el atardecer y los colores con la ciudad, daba un espectáculo aparte imposible de replicar con palabras. Husavik es uno de los lugares imprescindibles de recorrer. Recomendamos para comer el local fish and chips, donde puedes comer básicamente pescado con papas fritas (era obvio), pero a un precio asequible para ser Islandia. No esperen un restaurante, es una casa que tiene una ventana donde venden el pescado.

Husavik desde el aire 
La bahía de Husavik 
Los balleneros
Husavik y su juego de colores
Bahía de Husavik 
1 de la mañana en Husavik 
La iglesia mirando al sur 
La iglesia mirando al norte

Después de pasar la noche en el animado bar detrás del restaurant Salka, donde una niña checa animaba con una guitarra a los asistentes, era momento de descansar, después de las potentes dosis de cervezas artesanales de la zona, de gran variedad para gusto de quien escribe, era momento de ir a dormir, que mañana seguía una nueva ruta.

El bar y la checa
El sol del norte

No hay comentarios:

Publicar un comentario