lunes, 26 de septiembre de 2016

La vuelta a Islandia en 7 días, 1ra parte: de Reykjavik a Skogafoss.

Reykjavik, agosto del 2016.

Próximo destino, Islandia
Islandia, al medio del océano Atlántico, es una de las islas más grandes del mundo, la 18° más grande, si quieres ser más preciso. Los geógrafos y eruditos dicen que esta isla pertenece por su herencia cultural al continente europeo, pero quien escribe este relato, puede dar fe que esta isla pareciera pertenecer a otro mundo. Una buena alternativa sería clasificarla en un continente distinto, llamado Islandia... y creo que nadie se enojaría con esto, porque Islandia, con sus 300.000 habitantes, parece ser un lugar donde terminarás sintiéndote en otro mundo. Su naturaleza tan variada que destacan en sus postales, de un país lejos de todo, le da este perfecto adjetivo. Esto fue una de las motivaciones para buscar pasajes desde Alemania, rumbo a Islandia y recorrer la isla por una semana. Una amiga me hablaba cosas idílicas de Islandia, pero nunca le había puesto atención en el mapa, entonces se dio la alternativa de viajar hacia allá, pues habíamos ido al Festival de Wacken, cercano a Hamburgo en Alemania. Entonces al finalizar este evento, me quedaba una semana libre para ir a recorrer algún lugar, antes de volver a Chile. En un principio, las intenciones eran ir al medio oriente, pero la fragilidad política y social que tuvo ese último año, y que viene teniendo a menudo, hizo que me inclinara a buscar pasajes a la isla nórdica. Eurowings me dio unos boletos por unos U$300 desde Hamburgo, previa escala en Dusseldorf, ida y vuelta.  Así que partí un día lunes a media tarde, para llegar en mágicas dos horas a Reykiavik, la capital. En verano hay más opciones para viajar a la isla, donde la totalidad de sus vuelos arriban al único aeropuerto internacional, Keflavik. En invierno solamente algunas aerolíneas ejecutan el trayecto. Sería interesante conocer las opciones de llegar a la isla vía marítima, pero eso da para otros relatos que seguramente, existirán en internet. Bueno, después de unas 4 horas de vuelo, sobre el Atlántico, cruzando el océano de esponjosas nubes y cambiando el horario, estábamos en Islandia.

22:30 de la "noche", aterrizando en Islandia

Aterrizamos a eso de las 11 de la "noche", y digo "noche", entre comillas, pues es que aún quedaba sol y el cielo estaba bastante despejado, parecía que hubiesen sido las 3 de la tarde. Este fenómeno está dado por lo septentrional del país y que por supuesto, ayudaría bastante en el recorrido de que le daríamos.

Bueno, este diario de viajes señala el recorrido que le di a esta isla durante una semana. Creo que lo ideal para hacer un recorrido cómodo a Islandia son mínimo 2, o quizás 3 semanas, pero lamentablemente mis tiempos eran acotados y disponía de una semana. Entonces antes de hacer el viaje, aseguré un arriendo de un vehículo, por unos 300 euros por una semana, el hostal para la primera noche y el resto iba a ser todo improvisado. Me valí de unos mapas, unos pocos relatos de otros blogs a los cuales doy lectura, como el de Aniko Villalbo o el blog de misviajesporahi. Debo reconocer que me comían las ganas de recorrer la isla a dedo, pues se sentía un ambiente a primera impresión amigable, pero como el tiempo era un concepto acotado, tuve que arrendar un auto.

De noche, con un claro de luz al fondo.
Bien, íbamos en la llegada, ya aterrizamos en Keflavik, el aeropuerto internacional de Islandia, distante a unos 50 kilómetros de la ciudad. Previamente había acordado con el hostal, abordar un transfer para dirigirse a la ciudad de Reykjavik, que después me percaté, era la opción más barata para llegar a la ciudad, y también la única opción a esa hora. Por 12 euros me dejaron en la puerta del alojamiento. Después de unos 30 minutos de recorrido, donde un animado chofer trataba de conversar con unos apáticos pasajeros, que veníamos algo anonadados con el paisaje y con pocas ganas de hablar con él. Este fue el primer choque cultural con la realidad local, pues el chofer trataba de conversar con nosotros animadamente, pero la gente estaba con la cabeza mirando el cielo, viendo una tímida oscuridad en la noche, interrumpida por un claro de luz, pues estábamos bien al norte y el cielo por si sólo, era un espectáculo aparte. Después de un rato, el chofer terminó hablando solamente conmigo, era extraño encontrar un viajero chileno rumbo a la isla, me comentaba y yo le correspondía su conversación, pues creo que me molestaría mucho ser chofer y que la gente no me hable, quizás es mi complejo de hijo de taxista.

Kex Hostel
Habíamos llegado a Kex Hostel, lugar elegido para pasar la primera noche. Un hostal donde el término hipster era una marca registrada. Una antigua fábrica de baldosas que fue reconvertida a hostal. No soy entendido en la materia alternativa, pero si los hipsters nacieron en algún lugar, ese lugar fue Kex Hostal. Un bar con onda, una peluquería nocturna, con una barbería, baños con música de fondo, menaje antiguo, sillones del siglo pasado y el personal que atendía con ropas de otras épocas, con suspensores incluidos. Se jactaban de haber recibido un show improvisado de "Of Monsters and Men", una banda "indie" que solo conocía de nombre, pero parece que es muy popular, era un ficticio ambiente, que me daba la bienvenida. Solamente alcancé a beber un refresco, pues lamentablemente el bar había cerrado (maldita sea! Era ya pasada la medianoche). Bueno, no me lo tomé a mal, para el día siguiente me esperaba una ajetreada jornada. La reserva incluía desayuno, y claro que valió la pena, éste era un monumental buffet, que incluía productos típicos, especialmente del mar: pasta de pescados de bacalao, muchas mermeladas, jugo, leche y un sin fin para degustar que sale del típico buffet mediterráneo que ofrecen casi el 95% de los hostales en el viejo continente. El precio del desayuno unos 10 euros, caro, como todo en Islandia. La habitación, con 6 huéspedes más costaba unos 30 euros por noche, caro dirán algunos, pero era el más barato de los que coticé en Reikiavik para pasar la primera noche. Los valores se iban a ordenar para abajo por los camping, menos mal...conforme avanzaba en el viaje.

Kex, parecía un hospital
Kex Hostel
Desayunando pastas de pescado

Comenzaba el día y me dirigí a la costanera, que quedaba al frente del hostal, inicialmente iba a buscar el auto arrendado, pero me fui caminando al lugar, teníamos tiempo. La costanera nos cobijaba rumbo a Solfarig, o "el viajero del sol", una escultura que recuerda a los barcos vikingos que poblaron Islandia, por el año 800. Es una linda postal de la costa que baña a Reykjavik, que estaba llena de niños que se colgaban del barco de metal. Luego seguí por la costanera, pasando por el Harpa, una especie de centro cultural similar a lo que sería nuestro GAM, en Santiago. Al interior habían múltiples exposiciones e información turística. Avanzamos por el pequeño puerto pesquero, en donde jugaban niños en los barcos abandonados, a la usanza vikinga. En Chile los niños jugaban a "las escondidas", mientras que en Islandia los niños jugaban en barcos de verdad,  genial (ahora en cambio juegan con una tablet). La ciudad aparenta mucha "onda", pero dejaríamos para eso el último día, pues el objetivo de hoy era recoger el auto alquilado y salir rumbo al circulo de oro, nuestra primera meta. Antes de salir, había de abastecerse en los Supermercados Bonus, era el que leímos en las recomendaciones, una especie de supermercado para "el pueblo", el "Mayorista 10" islandés, a precios bastantes similares a los de Chile, y quizás más baratos. La carga de gasolina era cercana al 1 euro por litro, ya con todo esto, estábamos listos para darle el circulo a Islandia y comenzar la ruta.

La costanera, en los edificios de la derecha, el hostal
Harpa
Los juegos de los niños
El supermercado
Golosinas islandesas

El Círculo de Oro fue el primer objetivo, esta es una ruta tradicional turística de Islandia. Es la más conocida, donde llegan muchos de quienes se dirigen a la isla, en especial los buses llenos de abuelitos, que manera de haber adultos mayores recorriendo Islandia. La ruta la componen Thingvellir, la cascada Gullfoss y Haukadallur, dentro de este último parque, se encuentra Geysir y Strokkur, que son unos géiseres monumentales. Islandia está ubicada sobre la Dorsal Mesoatlántica, este es uno de los motivos por la cual encuentras en este país géiseres, lagos, volcanes, todo eso junto y mezclado. Apenas arribamos en el avión, se veía un color gris en una gran extensión, como secuelas de volcanes que estallaron en otras épocas, me dio una sensación como la que debe haber sentido Ikki de Fénix, de los caballeros del Zodiaco, cuando llegó a la Isla de la Reina Muerte

En unas 3-4 horas puedes hacer el circuito en vehículo, que lo componen unos 120 kilómetros. Todo está muy bien señalizado, en un primer momento me tenté al GPS, pero con unos mapas locales puedes hacerlo y también memorizando los impronunciables nombres de los atractivos.


Þingvellir
Geotermia
Geysir
Haukadallur
Un gran geiser 
La cascada dorada, Gullfoss
Gullfoss
El círculo dorado
Al terminar este recorrido, enfilé con el vehículo rumbo al camping de Skogafoss, donde la cascada del mismo nombre, nos brindaría protección. Habré llegado a eso de las 22:00 horas, pero aún había sol. Ya lo dije, las 4 horas de "oscuridad" en verano, son bastante útiles si quieres viajar con luz.
Skogafoss
La cascada a la mañana siguiente

Después de hacer cerca de 300 kilómetros, era momento de armar la carpa para dormir. Muchas ciudades y pueblos de Islandia tienen zonas de camping autorizadas, con lo básico para pasar la noche. La noche de camping acá salía 1.500 coronas islandesas, unos 12 dólares. El agua caliente no viene incluida, pues las duchas tienen una especie de ficheros, donde "te dan agua caliente" por minutos, depende de cuanto le eches a los ficheros. Con 300 coronas islandesas podías ducharte unos 5 minutos, lo suficiente para sacarse el polvo y quedar limpiecito. Correspondía descansar, para el día siguiente continuar rodeando Islandia. Este fue el primer día de este recorrido y la impresión de que la isla era mejor de lo que pensaba.

La vista al amanecer desde la carpa

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La vuelta a Islandia en 7 días:
- 1ra parte: de Reykjavik a Skogafoss
- 2da parte: de Skogafoss a Höfn.
- 3ra parte: de Höfn a Seydisfjordur
- 4ta parte: de Seyðisfjörður a Husavik
- 5ta parte: De Husavik a Reykjavik


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