miércoles, 5 de octubre de 2016

La vuelta a Islandia en 7 días, 2da parte: de Skogafoss a Höfn.

En algún lugar cerca de Reykjavik, agosto del 2016

Un nuevo día en Islandia y lo comenzábamos en la cascada de Skogafoss, "cascada de Skoga" traducida del islandés, porque al segundo día de viaje, ya me había dado cuenta que "foss" era cascada, así como "vik" es bahía. El idioma islandés es muy difícil de aprender,  quizás para aprenderlo es necesario morir y volver a nacer en Islandia. Lo mismo corre para el inentendible checo o uno de los 8 dialectos de esloveno, que se hablan en Eslovenia. Pero los idiomas siempre entran de alguna forma, para el islandés fue similar, lo más fácil de entender, es que las palabras se pronuncian "tal como se escriben", bueno, no "tal cual", pero algo bastante parecido y esto facilitaba las cosas. Ya llegaba a las cercanías del volcán, también impronunciable, Eyjafjallajökull, el famoso que nubló todo Europa el 2010 por un par de semanas y que fue capaz de detener el tráfico aéreo de todo el continente, cosa que no ocurría desde épocas de guerra. Los islandeses se jactan de esto y hasta hay recuerdos estampados en poleras donde se lee "¿Que parte de Eyjafjallajökull no entiendes?".

Buenos días Skogafoss

Ahora que salí rumbo a la ruta, me di cuenta que no es fácil perderse Islandia. Existe una carretera principal, la número 1 y es circular, rodeando a la isla. Mi recorrido era en contra de las manillas del reloj por esa ruta. Los demás caminos entran o salen de la ruta, pero si llegas a la carretera 1 el camino se simplifica. Ahora nos tendríamos que devolver unos 30 minutos para llegar al siguiente destino del recorrido, la cascada de Seljalandsfoss, quizás la que sale en más postales del país. La cascada colgada de una verde colina, cercana a ríos vírgenes y que permite caminar por detrás de la caída de agua. Muy coqueta, muy fotogénica, aunque uno debe preocuparse de protegerse del agua, pues quedas bien mojado si no tienes ropa adecuada.

Seljlandfoss

Seljlandfoss

Nuevamente a la ruta, con ciclistas a la par

Después de esto, venía un día bien cargado de actividades: El objetivo era llegar a la ciudad de Hofn, pero antes de esto pasaríamos por el, también impronunciable, Parque Nacional de Vatnajökulsþjóðgarður, lugar del segundo glaciar más grande de todo Europa, sólo superado por Austfonna, en Noruega. La primera detención fue en Vatnajökull, el glaciar mencionado. En verdad este lugar es una especie de centro turístico donde se reúnen las oficinas de expediciones a glaciares, trekking y deportes outdoor. Hay varias que ofrecen caminatas a las cavernas de hielo, una de las cosas que no hice y que me arrepiento hasta el momento de escribir estas líneas. Desde ahí, hay varios circuitos de trekking para realizar, pero dependerá de la experiencia de la persona que tome las rutas, de todas maneras están todas muy bien señalizadas, por su distancia y horas de duración. Me adelanté a una caminata de unos 40 minutos hasta la orilla del glaciar más cercano, donde claramente, la fotografía retrataba un silencio que era perpetuo. Entablé conversación con unos italianos que estaban ahí y me comentaban que avanzara unos kilómetros al sur hacia el lago Jökulsárlón, destino de mi próxima parada, lejos, la mejor postal que vi de Islandia. Comento que omití por tiempo Skaftafell, otro destino muy sugerido, pero por las fotos, me parece que es un lugar, que debería haber sido visitado.

El glaciar a lo lejos

El parque nacional
El sendero, adornado por fungus

Caminata lista

Peligro, alerta

Antes de Jökulsárlón, una nueva parada en Svínafellsjökull, la lengua del glaciar más atractiva para la cámara de fotos, otro lugar donde el silencio es ley. Lo impactante, al inicio de los trekking para acercarse, un par de monolitos en honor a unos excursionistas que comenzaron la caminata, pero no volvieron, un llamado de atención a los más osados para mantener el respeto y por supuesto, para evitar acciones temerarias. Unas fotos, donde claro, yo pedí unas para mi a otro grupo de excursión que estaba cercano. Como anécdota, cuando nos encontrábamos retirándonos del lugar, hubo un desprendimiento de piedras unos 50 metros de donde estábamos, no alcanzó a formar una caída más severa, pero fue lo suficiente para asustarnos y querer moverse rápido de ahí, está más que claro que no me cabía ni un alfiler. Seguimos a Jökulsárlón, y lo único que podría resumir este lugar es que es una de las postales clásicas de Islandia.


La lengua

Silencio total




Jökulsálón, el lago congelado
Aquí si que estaba helado

Ya volvía a la ruta. De tanta parada, ví que eran cerca de las 20:00, así que apuré el paso frente a mi nuevo destino, Hofn, donde un camping con todas las comodidades me esperaba. Un pueblito donde alcanzas a cargar bencina (que seguía cercana al euro por litro), cargarme de víveres, para armar la carpa y descansar, no sin antes, entablar conversación con otros comensales que llegaban a destino. El precio era de 1500 coronas, que se pagaba en una cajita que estaba a la entrada del lugar, así de ordenados son estos islandeses.

No se debe prender fuego dentro de la carpa, pero el viento era imposible

Datos a considerar
- Toda la zona sur oriente de la isla es muy fría, hay que pensar que estás a pocos kilómetros del glaciar. Fue la única noche en que tuve que cerrar el saco de dormir por el frío.
- Hay que cargarse de bencina de aquí en adelante, las estaciones empiezan a estar más distantes unas de otras.

Nuestra ciudad del día, Hofn

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La vuelta a Islandia en 7 días
- 1ra parte: de Reykjavik a Skogafoss
- 2da parte: de Skogafoss a Höfn.
- 3ra parte: de Höfn a Seydisfjordur
- 4ta parte: de Seyðisfjörður a Husavik
- 5ta parte: De Husavik a Reykjavik

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