domingo, 9 de julio de 2017

La capital histórica, el Cusco (Primera Parte)

Abril 2017.

Este capitulo detalla nuestro recorrido por el Cusco. Está dividido en dos partes, la primera cuando llegamos a la ciudad y la segunda parte es cuando volvimos de Machupicchu.

Aquí en la búsqueda de nuestro hostal
Llegamos a eso de as 6 de la mañana a la ciudad del Cusco. Era una mañana muy fría y con poco sol aún, había algo de humedad en el ambiente. De todas maneras, el terminal terrestre del Cusco estaba funcionando como si estuviéramos en el mediodía. El primer tema a considerar es en relación a los voceadores: En el Perú todo se vende a viva voz y el terminal no fue la excepción. Apenas pusimos un pie afuera del bus, nos llegaron a ofrecer alojamiento, el cual no teníamos, pero evitamos este acoso pasando tranquilamente hasta unas banquitas para mirar un poco la dinámica, antes de poder decidir a que hostal nos íbamos a dirigir. Entonces se nos acercó una señora, algo entrada en años, quien de manera más tranquila, nos preguntó si teníamos donde quedarnos. Al señalar nuestra respuesta, que era negativa, le solicitamos datos que ella manejaba en una nutrida carpeta de alojamientos. Era una especie de tripadvisor, pero a la antigua y bastante más amigable que los voceadores. La pregunta inicial de ella fue clara: - ¿Cuanto quieren gastar?. Nuestro precio diario no queríamos que fuera sobre los 50 soles. Luego nos preguntó si buscábamos tranquilidad, descanso, fiesta y demases detalles. Finalmente ella abrió un apartado y nos mostró tres hostales, elegimos el Inka Hostel, ubicado en la zona de San Blas, que ya teníamos previamente elegida en nuestro plan mental. la elección no fue mala y la señora fue bastante oportuna. Si le hubiésemos pedido algo más barato, de seguro lo hubiese ofrecido.

La plaza de San Blas
El hospedaje
Salimos de terminal terrestre en busca de taxis, que nosotros mismo elegimos. Me gusta elegir y no que los vendedores me elijan, creo que es una de las primeras premisas que uno debe aprender cuando viaja itinerante, quita la presión y permite cotizar más tranquilo. Los taxis en Perú no tienen taxímetro, el precio se define antes de iniciar el recorrido. A pesar de que tuvimos buenas experiencias en el Cusco, nunca está demás preguntar el precio total, preguntar si es por persona y si incluye las mochilas, a veces los taxistas más canallas buscan hasta el más mínimo detalle para cobrarte, aunque no fue nuestro caso pues todos los taxis abordados en Perú fueron bastante caballeros a la hora de respetar los precios. Pactado el trayecto en el taxi, que fue de 8 soles en total, nos fuimos a la Plaza de San Blas. Donde ubicamos la cuesta y subimos las tres cuadras que nos dijeron para encontrar el Hospedaje Inka. La escalera se hizo eterna y aquí recordamos que estábamos sobre los 3400 metros sobre el nivel del mar, tuvimos que tomar una pausa para llegar a destino. En el hostal, inicialmente nos abre la puerta un señor con pinta de ermitaño, que daba más miedo que cualquier otro sentimiento, pero nos apuntó en un castellano balbuceado, que fuéramos al living. ya ahí, aparece don Elias, el dueño del lugar, quien nos ofrece desayuno y nos muestra nuestra habitación. El lugar era una maravilla, en lo alto de la ciudad con una vista privilegiada, muy ordenado, melancólico y con una onda de desface en el tiempo, el hospedaje era todo lo que buscábamos. Una vez instalados, estábamos listos para ir a darle una vuelta a la ciudad, pero decidimos darnos un par de horitas hasta que hubiera sol. Los 50 soles diarios fueron respetados y los cobró al último día.

Por 10 lucas la noche (50 soles), no estaba mal.

Desde arriba del hostal
Es difícil dirigir una visita guiada en el Cusco, son demasiados los panoramas y rumbos posibles para poder decir "Ok, usted haga esto". Nuestra visita a la ciudad comprendió tres días y luego desde Machu Picchu nos quedamos un par de días más, un tiempo demasiado breve para recomendar todas las cosas que puedes hacer en la ciudad y en sus alrededores. De todas maneras, hay varios datos que pueden ser útiles.

Bienvenidos al Cusco
Calle Tandapata, en San Blas
Nos quedamos en la zona de San Blas y sentimos que fue la desición correcta, a pesar de que es el área de fiestas, pero no fue tan desenfrenado como nos la habían pintado. Me parecía una cosa bien ordenada, varios pubs y mucha buena onda, pero tampoco una cosa sin control, pues la gente se iba a guardar temprano. Da una sensación de que el Cusco se está tratando de emancipar del turista estudiante y trata de dirigirse a la gente más adulta, es obvio, entre más adultos, más divisas. De todas maneras hay panoramas para todo el mundo y eso se notaba en cada rincón de la ciudad. Para recorrer el primer día pasamos por el Mercado de San Blas, una especie de galpón gigante donde podías aprovisionarte de comida, tomar unos buenos desayunos o hacer nuestra ración de hojas de coca, para soportar la puna. El precio de referencia eran dos soles por unos grandes puñados, aunque todo se puede regatear. Otro dato a considerar es el valor de las micros son 0,8 soles, la ciudad está en un valle, entonces nuestra ruta siempre era en bajada, y el bus se encargaba de la subida.

La zona de San Blas 
El mercadito de San Blas
Una cosa también a tener en cuenta es el boleto turístico, lo recomiendan en todas las paginas del Cusco, pero no se engañen, a veces querer ver todas las atracciones del boleto turístico es agobiante, porque la ciudad tiene 1001 panoramas, considérenlo sólo si estarán varios días, nosotros estuvimos 3 y no lo quisimos comprar. Tampoco pagamos por ingresar a las iglesias, nos llamaba la atención el sincretismo cultural y como el pueblo peruano acepta de manera tan pacífica la iglesia católica, que fue la misma que sepultó a sus antepasados en virtud del progreso., aunque esto da para otra historia. Claramente no pagamos ninguna entrada a una iglesia, solo nos dedicamos a admirarlas desde afuera.

Bajando por la calle del Sol

Plaza de Armas del Cusco, al lado, un KFC.

Para agregar, fuimos a la atracción arqueológica más cercana a la ciudad, llamada Sacsayhuamán, que se trata de un Pucará ceremonial. Su precio de entrada está incluido en el boleto turístico, nos cobraban lo mismo por el ingreso individual, así que pasamos de largo con dos ebrios guías en un tour de lo más bizarro que hemos tenido en nuestro viaje, por algo así como 30 soles con el taxi incluido, dejándonos en lo alto del complejo turístico, en un lugar llamado Cristo Blanco, una versión cusqueña del Cristo Redentor, que servía para que la gente local fuera a hacer picnic, o derechamente asados. Justamente el camino de bajada empalmaba con Sacsayhuamán. Igual nos pidieron boleto a la bajada, pero íbamos saliendo, así que, salimos (pero logramos recorrer el lugar).

Buscando como llegar

La zona del Cristo Blanco
La vista valía la pena 
Preparando maletas, nos vamos al Machu Picchu
Después de un par de días en la ciudad, donde comimos por sobre todo bastante, preparamos nuestros rumbos para Machu Picchu, por la "ruta alternativa", o sea, no en el tren con precios astronómicos. Quedamos antojados de visitar al niño compadrito, pero quizás a la vuelta le íbamos a ir a pedir por los nuestros, el animismo y en sincretismo es fuerte en esta zona de Sudamerica. Bueno, ahora para llegar a Santa Teresa y entrar por Hidroelectrica, tuvimos que irnos al terminal de buses, pero se llamaba Terminal Terrestre Utrasic - Cusco. Es cosa de preguntar por el terminal que está en la calle del Cementerio, para tomar los buses rumbo a Santa María, los buses van a Quillabamba, pero hay que bajarse en Santa María, bueno tranquilos, porque les daremos detalles en el próximo capítulo.


Nuestro Pullman

pd: Hace mucho frío en invierno, el Cusco está a 3.400 msnm, eso se nota, es cosa de mirar este pobre perro buscando los rayos solares.

Perro con frío
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Desde el Cuzco a Iguazú
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Arequipa <<< El Cusco (Primera Parte) >>> Machu Picchu, por Santa Teresa

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