lunes, 11 de enero de 2016

El trópico en norteamerica, parte I

Noviembre, 2015.

Llegábamos a Miami con mi hermana por un asunto de estudios, en una visita de un mes, que aprovecharía para conocer la ciudad de Miami y... ¿Porque no? Algunas ciudades de alrededor del estado de Florida también podrían darse a conocer. Este es el relato de un viaje de trabajo y estudio que aprovechamos de que fuera por algo más.

Rumbo a Norteamérica.
Volamos desde Santiago por Avianca, con una parada en Bogotá. La aerolínea colombiana se portó bastante bien, en especial con el tema de los espacios al interior del avión. Cuando uno es largo de estatura, se fija en esos detalles. Arribamos al Aeropuerto Internacional de Miami, el principal vínculo entre América Latina y el país del norte. Los trámites de ingreso son bastante simples para quienes venimos de Chile, desde que se habilitó el programa ESTA, para los pasaportes chilenos, el tramite es totalmente electrónico. Uno hace unas formas por internet, previo pago de U$14 dolares, y la autorización se hace de manera inmediata... o el rechazo también, si es que no te dejan entrar. De todas maneras, el trámite es accesible para quienes venimos de Chile.


Llegábamos!.

Bueno, volvamos al aeropuerto. Hace bastantes años, Oriana, una prima de mi papá estaba viviendo en New York. Afortunadamente, desde este año, ella se había mudado a Florida, específicamente, a Hollywood, no la de California, sino la ciudad al norte de Miami. Cuando le comenté de mi viaje, ella me abrió las puertas de su casa para poder pasar algunos días, si así lo deseaba, entonces apenas llegué al aeropuerto, tenía un sobrino de ella, Felipe, que me pasaba a buscar con toda su familia. Al aterrizar, lo clásico, el calor impresionante, Miami es caribe, es tropical, es una ciudad gringa instalada en una de las zonas más calientes del planeta y eso se notaba, primero en el clima, después, por suerte, se notaba también en sus personas. El ingreso al país fue amable y sin problemas, los temidos agentes de inmigración, eran amables y cooperadores para que nosotros, que no teníamos idea de como ingresar nuestro pasaporte a una maquina de registro automático, bueno, estos agentes de seguridad nos ayudaban fácilmente, Además, si no dominas el inglés, Miami es la ciudad perfecta para poder hablar en español, ya que prácticamente toda la ciudad domina el español. Luego de dejar nuestra maletas en su casa, era momento de ir a un local típico de comidas, donde los platos son "típicos gringos", gigantes y enormes, todo junto a la vez, para que la gente engorde sin problemas. Aquí uno entiende como esta gente es tan gorda, ese era el primer día.

Suave cena.
Al día siguiente partíamos a Ft. Lauderdale, una ciudad adherida al norte de Miami, cuna de un movimiento hippista en los 70 y actualmente una zona residencial, bastante más tranquila que la conocida Miami, un lugar con una playa que recuerda a una zona de relajo y perfecta para descansar. Cabe aclarar que Miami es una ciudad que tiene adherida muchas ciudades más. En la "Miami propiamente tal" es como hablar del centro de la ciudad, la zona de Miami Beach y el area más comercial, pero rodeandola están varias ciudades, o condados, no se como decirlas, es como si en Santiago hablaramos de comunas adheridas o en Buenos Aires hablaramos de los barrios más alejados como Lanus o Nuñez, son ciudades que funcionan perfectamente solas, pero que adheridas a Miami contabilizan más de 5 o 6 millones de personas. Además, en Miami no se construye mucho en altura, por ende, la ciudad se torna amplia, donde las distancias entre una ciudad y otra son bastantes kilómetros, esto es fundamental si uno viaja, para considerar arrendar un auto por ejemplo.

Ft. Lauderdale.
Ft. Lauderdale
Ft. Lauderdale
Luego de esta pausa, partíamos a la zona del Miami Port, el puerto de la ciudad, el más grande del mundo para cruceros y era que no, nos subíamos a bordo de un Norwegian Cruise, el Norwegian Sky, una mole gigante, un crucero de esos que uno ve llegar al puerto de Valparaíso con gringos abuelos para turistas, 9 pisos para nosotros más los pisos para los servicios del tremendo barco, nos íbamos para las Bahamas en un viaje por 5 días. ¿Los costos?, unos U$300 por persona, bastante más barato de lo que uno imagina. ¿Que incluye? comida, alojamiento, las miles de actividades arriba del buque. El alcohol arriba uno lo debe comprar, pero tranquilos, que desde el 2016 hay modos de compra con barra libre.

Viste desde el crucero hacia el downtown de la ciudad de Miami
Estacionamiento de barcos en el puerto de Miami
La experiencia del crucero es genial, es para irse de vacaciones y a pesar de que no repetiría el mismo lugar, volvería a repetir la experiencia en otras islas. A pesar de que el primer día el barco se movió mucho, después uno se acostumbraba a esto, a sumar por las cervezas que había pedido, el mareo se hizo más justificado. Llegamos a Bahamas y recorrimos las ciudades de Freeport y Nassau, el viaje incluía otra isla, pero nos tocó un mar bravo que evitó que saliéramos a esa isla y nos regresáramos directo a Miami. La cadena elegida sólo fue esa por que los días nos acomodaban, pero hay varias navieras que ofrecen el viaje desde cualquier puerto del caribe, sólo cosa de explorar y cotizar los mejores valores.

Arriba de la maquina
Pasillos claustrofóbicos

Sobre Bahamas, una típica isla tropical, donde se vive del turismo y básicamente eso, donde venden muchas joyas y aprovechan la ausencia de impuestos para que muchos vayan a comprar cosas de lujo, relojes y alguna que otra cosa artesanal en los muchos puestos de venta de productos típicos, que por razones obvias de aduana chilena, nosotros evitamos.

Freeport, Bahamas.
Taino Beach, Bahamas.
Taino Beach, Bahamas.
La gente, tanto los primeros días en Miami como en Bahamas, muy amable, muy lejano a la idea que uno tiene del gringo, desde la misma gente en inmigración hasta quien quiera te metiera conversación, de repente esos comentarios de la gente que dice que a los chilenos nos miran en menos... cada vez me convenzo de que nosotros mismos inventamos eso. Al fin y al cabo la gente es igual en todo el mundo.

Avecillas mojándose las canillas.
Nassau, Bahamas
Bahamas y sus playas desiertas
Las calles de Nassau
Un puente ondulado
Muchas motos en la ciudad 
La policía buena onda caribeña
Las calles de Nassau, de fondo en crucero
Mi hermana marchaba, aprovecharía de arrendar un vehículo propio y repartiría los días en que tenía que cumplir mis deberes de estudiante en la universidad y mis deberes de observador en los hospitales,  alternando con un viaje de cientos de millas que haríamos a Key West, Orlando, Vero Beach, Tampa, entre otros lugares del estado, pero eso, para otro capítulo.

De vuelta a Miami, en medio del océano.
En las calles again.
Enjoy, Bahamas.

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