sábado, 18 de abril de 2015

Praga de día

Agosto 2014.-

Desde el siglo IX el reino de Bohemia se estableció en los actuales terrenos de la Republica Checa. Si buscamos algo de historia, sabremos las dificultades que tuvo ese nuevo reino para mantener su independencia en su estratégica posición al medio de Europa. Bueno, en estricto rigor, nunca hubo mucha independencia en esas tierras, porque llegó el Imperio Astro-Húngaro, luego las guerras mundiales, la invasión alemana, la URSS, la unión política con sus vecinos eslovacos y finalmente después de muchos años, la independencia... recién en el año 1993. Casi mil años de historia, unos 600 años si queremos tomar la unificación bohemia por Jan Huss, primer gran acto que los checos consideran nacionalmente "checo", de esos cientos de años, sólo 40 de independencia. Eso explica varias cosas que puedes encontrar este país, como por ejemplo que sus 10 millones de habitantes sólo hablen checo y defiendan su idioma, que tengan un discreto tono de desconfianza con el extranjero o que el señor Vaclav Klement fundara Skoda con un aire nacionalista, cuando mandó a comprar materiales a Alemania y su compra fue rechazada porque no entendían los vendedores el encargo en idioma checo. Tengan en cuenta estos datos cuando vayan a Praga (No el de Skoda, obvio), porque muchos se quejan de que el servicio es malo en este país, cosa que personalmente yo no percibí, pero creo que va más por el tema de esa mirada con recelo que tienen con todo lo que viene de afuera.

Llegamos a Praga via desde Berlin, dos ciudades que debes unir si o si por tren. Un viaje de unas 5 horas. El tren hace igual una parada en Dresde, por si quieren unir esta ciudad con Praga o Berlin. Conviene revisar con anticipación los pasajes por la página de trenes al alemana Bahn, que era una pagina bien amigable para hacer las compras de los pasajes en tren. También se pueden adquirir desde la página de trenes checos, aunque yo compré con los alemanes porque tenía cuenta con ellos.

Parada en Dresde.
Desde Berlin, conviene reservar asientos, ya que si no lo haces, arriesgas sentarse en unos asientos en el pasillo que no son muy cómodos, uno compra el viaje en tren y el asiento se reserva aparte, mucha gente en trayectos cortos no reserva asientos y arriesga ese detalle, por economía. Digo reservar asientos, porque al par de horas de viaje, el tren se empalma al rio Elba y los valles con bosques oscuros, de esa típica imagen germana, totalmente recomendable.Después de las 4 horas y media, el tren bajó su velocidad y penetró en el area de Praga, donde había dos estaciones, en las cuales se detenía nuestro tren en la capital checa, si no nos bajabamos, nos íbamos a Hungría, ya que el tren iba rumbo a Budapest. Por suerte, porque mucha gente bajó ahí, le "achuntamos" con la estación Praha hlavní nádraží, que era la Estación Central en Praga. Buscamos una caja de cambios, que nos dió un muy mal cambio, se me había olvidado el no cambiar dinero en las estaciones centrales, pero también habíamos olvidado comprar coronas checas, la moneda del país, porque claro, los checos también tienen su propia moneda, a pesar de estar en la eurozona, como dije, son algo especiales

Comprar tickets en checo.-
Entonces íbamos rumbo al metro, compramos nuestros boletos en una caja automática boletos, en checo claramente, aunque con algunos tips en inglés por suerte. No hay torniquetes en Praga, pero por suerte fuimos ciudadanos responsables, porque justo a la entrada del tren, estaban controlando los boletos del metro. Solo un par de estaciones tuvimos que avanzar, menos mal, ya que el nombre de las estaciones era para confundirse. Luego de un par de vueltas alrededor de la estación Florenc, llegamos a nuestro hostal, el A-Plus. Había buscado el lugar más barato para alojar en Praga y que no me dejara tan lejos del centro de la ciudad, en ese sentido el lugar califica con buena nota. Estaba al frente de la estación del metro, a unos 10 minutos del casco urbano más histórico de Praga, está a unas tres estaciones de metro de la estación central de trenes de Praga y cerca de mercados para abastecerse, como dejé en mi opinión en tripadvisor si quieren saber más detalles.






El metro de Praga


Carne al estilo checo.
Una vez instalados en Praga, era hora de almorzar y bajamos al mismo restaurante que estaba en el subterráneo del Hostal, una especie de estas bodegas de vinos, con arcos antiguos de muchos ladrillos, de varios años de antigüedad, no soy entendido en materias arquitectónicas, pero con las fotos les va a quedar claro. Se acercó el dependiente y nos mostró la carta, entablamos una tímida conversación, que primero fue distante, luego de buscar en checo como se dice "gracias", el nos corrige y nos brinda la correcta pronunciación. Esto fue clave, obvio, tienes que introducirte en el idioma local, siempre es buen visto, entonces nos sugiere algo más típico del local, una pata de cerdo que llegó en una especie de espada y unas cervezas del local. Por la magnitud del plato yo esperaba un precio más alto, pero estaba bastante bien.


La torre de la Polvora.
Ya repuestos, fuimos a recorrer la ciudad en una vuelta alrededor de barrio donde estábamos, el viaje nos había dejado cansados y solamente salimos a estirar las patas. Entramos a un mall pues necesitábamos una mochila, en el camino veíamos más cajas de cambios mucho pero mucho más convenientes que la de la estación de trenes, la ciudad tiene un aspecto antiguo, con calles de adoquines, tranvías y muchos edificios similares a los que puedes encontrar en el barrio el almendral de Valparaíso, manteniendo las distancias, unas cervezas en el supermercado local, entre caminata y caminata llegamos a la plaza central donde desde la nada nos encontramos con la torre de Tyn y la torre del reloj, ya de noche, realmente hermosas ambas construcciones, lo más llamativo de Praga. La plaza llena de pintores, mimos, gente haciendo diferentes tipos de expresiones artísticas, la ciudad tiene un aire bohemio y lo notas, se ve limpia, lujosa, con muchas personas en las calles, tiendas de todo tipo, desde las típicas marionetas de Praga, hasta masajes tailandeses. Ya era hora de volver al hostal.


La Plaza de la CIudad, el Reloj y de fondo Tyn.
Nos anotamos en el free tour, como de costumbre. Llegamos temprano pero el sol ya estaba fuerte sobre nuestras cabezas. Nos recibieron bien, como acostumbra New Europe y sus tours callejeros. Nos explicaron más detalles de la ciudad. Eran muchos, como el dato de que habían tenido 40 años de independencia, de que si tenías unos 25 años, seguramente habrías vivido en 3 países y habrías tenido unos varios tipos de carnet de identidad. Nos hablaron de la torre del reloj, que a su creador le sacaron los ojos para que no repitiera creación tan hermosa, que la iglesia del Tyn tiene sus torres disparejas o que recién supieron de Frank Kafka a inicios de los 90 y han usado su imagen más por un tema turístico y económico que nacionalista Pero la mejor historia fue de como Praga se libró de un bombardeo en 1945, poco antes de la llegada de los Nazis a fines de la guerra, donde la misión eran liquidar la ciudad, pero el ejercito rojo llegó antes y desde las radios empezó a sonar el himno de la Republica Checa, emocionante momento que se volvió a repetir al caer el regimen comunista de la URSS, el himno nuevamente volvía a sonar.


La estatua de Huss
Universidad Carolina desde 1398, casa de estudios de Tesla
e hizo clases Doppler y Einstein

La entrada del Teatro de Praga, lugar de estreno de Dion Giovanni de Mozart.
Sinagoga Española, Museo Judio de Praga
Puente de Carlos y de fondo el Castillo de Praga
Castillo de Praga
Gargolas en el Castillo
Praga, desde el Castillo.
Un tour entretenido, de los más divertidos que habíamos tenido en nuestro viaje, nos empalmamos al tour de la ciudad vieja, cruzando el puente de Carlos, postal típica de la ciudad, para luego tomar el tranvía rumbo al Pražský hrad, en español el Castillo de Praga, suficiente por el día, nos fuimos al descanso que a la noche se venía el Pub Crawl hecho en Praga, uno de los más geniales de todo Europa. Eso lo escribiré en el capitulo de viene, Praga de Noche.
Traducir las estaciones era un buen desafio

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